Ayer estuve presente como muchos otros jerezanos en la concentración frente al Ayuntamiento en respuesta y repulsa contra la última muerte de la violencia de genero en Jerez de la Frontera. Todos arropando al hijo y demás familiares de María Juana López, en estos momentos tan difíciles.
La alcadelsa de Jerez, Pilar Sánchez así como la delagada de Igualdad y Salud Margarida Ledo, leyeron un manifiesto condenando este execrable acto, que una vez más ha costado una vida. Una muerte que según muchos asistentes podría haber sido evitada si hubiese habido más atención judicial y policial en este caso, ya que existía un historial de amenazas previas. Motivo de esto, fueron las accesos de ira incontenida de algunos familiares que tuvieron que ser retenidos por otros para impedir que la emprendieran a golpes con los políticos y gestores, asi como con los periodistas que registraban el acto.
Desde aquí envío mi más profundo pésame a los familiares de la víctima, para que sigan adelante a pesar de todas las injusticias que puedan haber en el proceso. Y a las instituciones exigir que se ponga más empeño en la lucha contra esta plaga. Hay que decir que muchos políticos y personas no tienen la culpa de estos sucesos y se descarga contra ellos toda la rabia acumulada.
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